Pero perder a alguien por estupidez propia o ajena o aun peor, perderlo por designio de un tercero, es una afrenta a las condiciones que nos hacen humanos.
Y este ultimo ha sido el caso de Javier Morena de cinco años, de una familia de clase mediabaja del distrito de Iztapalapa en Mexico.
Mail Online nos informa que el pibe murio por una inyeccion de acido en su corazon, perpretada por su secuestrador, de 17 años y amigo de la familia.
Un fragmento de la traduccion de la nota:
"Unos secuestradores se llevaron un niño de cinco años de un mercado callejero de Mexico y lo asesinaron inyectandole acido en el corazon.
El niño, Javier Morena, era el hijo mayor de una familia pobre que vendia fruta en el dificil distrito de Iztapalapa.
El secuestro probo que la seguidilla de secuestros en el pais del norte no solo ataca a las clases altas, sino tambien a las medias o bajas.
El niño, Javier Morena, era el hijo mayor de una familia pobre que vendia fruta en el dificil distrito de Iztapalapa.
El secuestro probo que la seguidilla de secuestros en el pais del norte no solo ataca a las clases altas, sino tambien a las medias o bajas.
Javier desaparecio el 26 de Octubre mientra jugaba en el mercado, segun las autoridades de la ciudad. La familia paso dias buscandolo, hasta que lograron persuadir a una emisora de television local para que pusiera su foto en la pantalla, tres dias despues.
La jugada dio sus frutos: un taxista reconocio al muchacho y fue al mercado a buscar a la familia. Les dijo que habia llevado al niño y a un adolescente desde el mercado hasta una localidad cercana y que el muchacho le dijo que el niño lloraba porque habian perdido a su hermano menor.
Se bajaron a dos cuadras de la comisaria local, donde le dijeron al taxista que se encontrarian con su madre. Cuando Laura Vega, la madre de Javier, le mostro la foto del niño, el taxista no solo reconocio a la criatura sino que tambien reconocio a quien seria su captor: un joven de 17 años amigo de la familia.
La jugada dio sus frutos: un taxista reconocio al muchacho y fue al mercado a buscar a la familia. Les dijo que habia llevado al niño y a un adolescente desde el mercado hasta una localidad cercana y que el muchacho le dijo que el niño lloraba porque habian perdido a su hermano menor.
Se bajaron a dos cuadras de la comisaria local, donde le dijeron al taxista que se encontrarian con su madre. Cuando Laura Vega, la madre de Javier, le mostro la foto del niño, el taxista no solo reconocio a la criatura sino que tambien reconocio a quien seria su captor: un joven de 17 años amigo de la familia.
Cinco personas, incluyendo al joven de 17 años, estan arrestados. Aun no se ha aclarado si este grupo ha cometido otros secuestros."
Y uno luego se entera, que una jueza de nuestra Suprema Corte de Justicia, Argibay, desde su benemerito altar devoto de la verdad, dijo que bajar la edad de imputabilidad criminal no servia: "Dentro de poco vamos a tener nenes de 3 años presos porque le pego con una pelota a un compañerito".
Lo que esta señora no entiende, porque en las telarañas que le quedan por cerebro ya no le deja respirar la unica neurona, es que hace 100 años cuando ella era niña, las cosas no eran tan violentas como ahora. Y que que clase de "niño" es uno que es capaz de inyectar una dosis de acido directamente en el corazon de uno de cinco.
Quizas si le inyectaramos acido en el cerebro y borraramos las telarañas, podriamos sacar el olor a cripta que tiene nuestra Corte Suprema... Suprema mentira.
