Anoche tire tus cartas

Volvi de Los Angeles, solo para encontrar que mi cuarto estaba demasiado lleno de mi vida.

Sobrecargado de sueños, de expectancias, de desiluciones, de aciertos (aunque muchos mas desaciertos), imagenes, sonidos, recuerdos.

Una carga de pasado, un canal "retro", una ventana a vivencias que no forman parte de mi presente, aunque sean el material autoreferente sobre el cual se arma el camino que transito a diario.

Y me di cuenta que la carga es grande y pesada. No mala. Pero si pesada. Y me pregunte si realmente necesito material fisico y tangible, de algo que es incorporeo y vivencial. Claro que cada uno de esos elementos "no fisicos", tiene una perfecta correlacion con cosas perfectamente reales: lugares, objetos y personas que existen o existieron y que fueron parte importante de mi vida.

Pero hoy son recuerdos, vinculos a cosas que forman mi presente, pero ya no determinan mi futuro. Y me pregunte por que, si mi mente y mi corazon son el mejor almacen que uno puede tener, guardo referencias materiales. Acaso releer una carta te trae mas cerca? Acaso mirar un muñequito de felpa te hace mas real? Al caso, para que quiero hacer mas real cosas que estan afuera de mi vida? Para que quiero rematerializar cosas en lugares ocupados?

Para que hacer cosas que no necesito?

Asi, que decidi hacer espacio en mi equipaje. Porque necesito espacio para mi vida. Y como se que no vas a volver, como se que sos feliz y que nuestros caminos estan separados, relei tus cartas sin remordimientos, sin pena y sin culpa. Y fue bueno. Fue bueno saber que fuiste parte de mi vida y que diste todo lo que pudiste, al igual que yo lo hice.
En tus cartas encontre a alguien muy distinta a la que se fue cuando nuestros caminos se dividieron y fue la unica lagrima interna que derrame. El saber que las cosas no salieron como soñabamos y que forzamos en nosotros cambios que no pretendiamos forzar. Porque vos no fuiste la misma que escribio esas cartas y yo ya no era aquel mismo que las leyo en su momento.

Y al leerlas, al romperlas una a una, las meti en una bolsa, que no era una bolsa de basura, era una bolsa de recuerdos lindos que no necesitan un papel que los sostenga, sonrei.

Gracias por darle forma a mi vida, por arreglar lo que era inarreglable. Me abriste un camino, y me diste las piernas para recorrerlo. Al final resulto que no era con vos con quien debia hacerlo, pero gracias por darme las herramientas para hacerlo.

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